martes, 10 de julio de 2012

De Chuco el Roto o Robin Hood Mexican


Para nosotros los mexicanos, decimos que Robin Hood es una copia de Chuco el Roto. Jesús Arriaga  de nombre de pila nacido en 1858 en Chiautempam, Tlaxcala y falleció un 25 de marzo de 1885 en  Veracruz, fue un legendario bandido Se convirtió en astuto bandido e inmejorable estafador al no encontrar otro camino para vengarse de un millonario que lo mandó a presidio. Se había evadido del penal de San Juan de Ulúa en el año de 1885. El penal estaba en el islote del mismo nombre, frente a la ciudad de Veracruz. 
Las estafas de Jesús Arriaga llegaron a ser famosas y a sorprender a mexicanos y extranjeros, por ser un astuto ladrón quien, sin embargo, usaba la mayor parte de lo robado para socorrer a los necesitados.
Era conocido con el sobrenombre de “Chucho el Roto” porque para llevar a cabo sus estafas acostumbraba vestir con suma elegancia, al estilo de los adinerados de esos tiempos, los llamados "rotos" (elegantes). A lo largo de casi diez años y en compañía de sus secuaces, apodados "La Changa", "Juan Palomo" y "Lebrija", robó y estafó, pero asimismo luchó en favor de los desposeídos, convirtiéndose en uno de los ídolos más queridos del pueblo, ya que robaba a los ricos para ayudar a los pobres.
Años después fue apresado en las Cumbres de Maltrata, Veracruz, en el que se supone fue su último atraco. Se asegura fue conducido nuevamente al penal de San Juan de Ulúa, mismo de donde había escapado nueve años atrás, introduciéndose en una cuba (barril que hacía las veces de un sanitario). Se comenta que cuando nuevamente intentó escapar, fue traicionado por un compañero de celda apodado “Bruno".
Herido de bala fue recapturado, y al pasar por la plaza principal de la fortaleza, el coronel Federico Hinojosa, director del penal ordenó:
-¡Que le den doscientos latigazos a ese desgraciado! Con mucho orgullo, Chucho el Roto contestó:
-No puede ser desgraciado el que roba para aliviar el infortunio de los desventurados... El director dijo:
-¡Denle trescientos!
Entonces fue trasladado a una celda de castigo conocida como "El Limbo" en el mismo penal de San Juan de Ulúa, en donde un verdugo apodado "El Boa", cumplió la orden. Para ello, se dice, el verdugo recibió previamente mil doscientos pesos-oro de manos de Matilde de Frizac, la madre de Lolita, con el fin de evitar que Jesús muriera en el acto, pues el verdugo sabía cómo golpear.
Del Limbo lo llevaron a la enfermería del hospital más antiguo de Veracruz, el "Marqués de Montes”, donde oficialmente murió el 25 de marzo de 1894, a los treinta y seis años de edad. El cuerpo fue recibido por Matilde de Frizac, Lupe, hermana de Jesús, y Lolita su hija. El féretro fue custodiado por guardias contratados por Matilde y trasladado por ferrocarril a la Ciudad de México para que se le diera cristiana sepultura. Las tres mujeres, acompañadas por un marqués austriaco, de nombre desconocido y prometido de Matilde de Frizac, abordaron un vapor que las llevaría a Europa.
En cuanto a los restos de Jesús Arriaga, cuentan que cuando abrieron el féretro en la capital éste estaba lleno de piedras, así que no se pudo saber más de él.
Sin embargo, en la Ciudad de México, en el Panteón del Tepeyac, en la Villa de Guadalupe, se encuentra la tumba de la que fuera su hija Lolita, cuyo nombre verdadero fue Dolores Arriaga de Frizac.

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